Foto de portada: Andrew Baldwin from Santa Clara, United States [CC BY-SA 2.0] via Wikimedia Commons
Comienzo de la semana con una situación completamente distinta a la que se anunciaba el viernes por parte de Grecia, cuando se creía que durante el fin de semana habría un acuerdo y se cerraría la extensión del plan de rescate. El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha dado la sorpresa al convocar un referéndum para el 5 de julio en el que la población debe decidir si acepta o no las condiciones expuestas por los acreedores. Además, inmediatamente después del anuncio, el líder griego espetó que su voto será contrario, que votará NO. Mientras tanto, se ha decretado el “corralito”, por el que los bancos griegos permanecerán cerrados (con excepciones para los pensionistas) y los ciudadanos solo podrán disponer de 60 euros al día en los cajeros automáticos.
Tras el control de capitales y el cierre de las entidades financieras, ayer las bolsas europeas cerraron con serias caídas, cercanas al 4,5% en el caso del índice español. El mercado ha entrado en un periodo de mucha volatilidad aunque no se ha llegado a un pánico exagerado, incluso pese a las fuertes caídas en el sector bancario. Continuamos en la parte baja del canal bajista mientras que la semana pasada llegábamos a rozar la parte alta.
En el mercado de deuda, el bono alemán mostró una fuerte subida inicial en precio, situando la rentabilidad de su bono a 10 años en el 0,78%. La deuda española hacía lo contrario –junto con la italiana y otras– y la prima de riesgo llegó a subir por encima de los 169 puntos básicos antes de la apertura de los mercados. Posteriormente, los títulos corrigieron ligeramente hasta situarse en los 157 p.b. al cierre de la sesión tal y como como pueden observar en el gráfico adjunto.
Con la actual volatilidad, no descartamos que el sábado se alcance «in extremis» un agónico acuerdo, por lo que hasta el fin de semana el mercado se moverá entre el miedo y los rumores. Si viéramos un excesivo castigo estos días, aprovecharíamos para aumentar la exposición en renta variable.
Curiosamente, las apuestas y encuestas dan como resultado del referéndum griego –“greferendum”– del domingo un triunfo del SI. Las medidas que empuja la troika son duras, pero mucho peores son las consecuencias de salir de Europa y de la moneda única. Al final se impondrá la cordura, aunque sea a la fuerza.