Uno de los datos más relevantes que nos han dejado recientemente los mercados es que, tras el recorte de la semana pasada, el DAX alemán ha alcanzado niveles cercanos a la sobreventa en el Relative Strength Index (RSI). Esto supone, por una parte, cierta presión alcista y, por otro, un soporte que frene las caídas. Pero, ¿en qué consiste exactamente el RSI? Con esta cuestión arrancamos la sección Altair Educa, que recogerá una serie de artículos con el fin de promover e impulsar la cultura financiera en nuestro país.
El indicador RSI mide la fuerza de los últimos movimientos del activo que se esté estudiando. Lo hace a través de la caída media de las últimas 14 jornadas y la compara con la subida media del mismo plazo de días. En caso de que las subidas hayan sido más fuertes, el índice pasa a estar sobrecomprado. Si las caídas han sido muy fuertes pasa a estar sobrevendido.
Pongamos un ejemplo en un espacio temporal concreto: mayo de 2017. Podemos ver cómo en el DAX alemán se encadenaron una serie de subidas fuertes que llevaron al índice a la sobrecompra. Sin embargo, unas semanas después, tras haber caído, volvió al mismo nivel, pero con subidas menos intensas, por lo que se quedo fuera de la sobrecompra.
Este indicador se puede interpretar por una parte como una señal de momentum (estrategia de inversión que busca activos que hayan sido rentables confiando en que sigan siéndolo). Un activo cuyo RSI esté yendo en aumento estará comenzando una tendencia positiva y, por tanto, será más atractivo para un inversor que se base en esta estrategia.
Aunque podemos ver que tras llegar a niveles muy próximos a la sobreventa el RSI fue recuperando y el precio del activo alemán con él, ese no suele ser el uso de este indicador. Se trata de una señal muy utilizada para justo lo contrario: ver cuándo termina una tendencia.
En este mismo gráfico se puede ver que el precio del activo cae justo después de entrar en niveles de sobrecompra. Podemos decir que nos indica los momentos en los que el mercado está teniendo un movimiento exagerado.
Aun así, esto es solo un indicador que, aunque sirve para medir el posible agotamiento del mercado, no representa el Santo Grial de la inversión.
En este ejemplo vemos que, a pesar de entrar en sobrecompra (y en unos niveles fuertes de sobrecompra) el S&P 500 no cayó, sino que perdió fuerza manteniéndose en una tendencia lateral alcista.
Por lo tanto, puede ser arriesgado confiar únicamente en este indicador para la toma de decisiones de inversión, pero sí nos puede ayudar a reforzar o marcar el momento en el que debemos tomarlas.